En Colombia es necesaria y urgente una reforma pensional, que introduzca equidad y solidaridad, para aquellos que no tienen la oportunidad de acceder a una pensión de jubilación, por no haber cotizado plenamente. Pero, como dice el dicho popular, de la carrera no queda sino el cansancio, y es lo que está a punto de pasarle a la reforma pensional del Gobierno Petro.
Ya se ha publicitado que fue radicada en la Corte Constitucional una ponencia, por el magistrado Enrique Ibáñez, en la que se declara inexequible toda la ley de reforma pensional, por evidentes vicios de forma en su trámite y aprobación en el último debate en el Congreso.
Una de las demandas, presentada por la senadora Paloma Valencia acusa a la ley de haber violado el principio de consecutividad. Argumenta la demandante que, la Cámara de Representantes aprobó sin debate el texto proveniente del Senado, omitiendo la explicación de los ponentes sobre las diferencias con respecto a lo previamente discutido.
La ponencia radicada se inclina por la inexequibilidad de toda la ley por haber incumplido un requisito fundamental de doble instancia o aprobación en doble fase, propia de aquellos regímenes bicamerales como el nuestro, exigida por los proyectos de ley que cursan en Senado y Cámara. En el caso de la reforma pensional, como todo el país lo sabe, se omitió la discusión en Cámara, pues decidieron estarse a lo que se había dicho en el Senado. Se dice que se dejaron de analizar más de quinientas proposiciones que debieron considerarse en el debate antes de su aprobación.
La Procuraduría también había solicitado declarar inconstitucional la reforma pensional advirtiendo que el proceso por el cual se legisló la reforma no garantizó un debate adecuado de manera que afectó la democracia.
La ponencia acoge estos señalamientos y concluye que, en efecto, hubo una vulneración al principio de consecutividad, debido a la falta de debate en el Congreso.
Será la Sala Plena de la Corte Constitucional la que entre a decidir si aprueba la ponencia como viene, arrasando con toda la ley, o si la considera ajustada a la Constitución, total o parcialmente. Sin duda será un debate interesante, donde los afines al Gobierno, que sin duda los hay al interior de la Corte, pondrán en la mesa las discusiones que se echan de menos en la ponencia.
La Corte Constitucional, por su composición de magistrados, elegidos por el Senado y postulados en una tercera parte por el Gobierno y las otras dos por la Corte Suprema y el Consejo de Estado, configura un escenario propicio para una discusión amplia y de muchos matices. No hay la menor duda, es una discusión jurídica, pero también política.
Por andar de carreras está a punto de echarse por la borda, de pronto la única reforma sensata del Gobierno, que creaba un pilar solidario y uno semisolidario al sistema pensional, necesarios para una población que envejece y decrece en su natalidad. De caerse la reforma, tocará volver a empezar, pero ya si el tiempo y sin la credibilidad que suponen las grandes reformas.
*Exmagistrado