De acuerdo con el brigadier general Edwin Urrego, comandante de la Policía Metropolitana, varios de los decesos se registraron en el Nuevo Hospital General de Barranquilla, a donde las víctimas llegaron con graves complicaciones de salud. Otras tres murieron en la vía pública antes de recibir atención médica.

En el lugar de expendio, las autoridades hallaron pimpinas y botellas plásticas reutilizadas en pésimas condiciones de salubridad, donde se vendía el licor por apenas dos mil pesos la unidad.

“Varias personas del sector, incluidos habitantes de calle, llegaron al sitio a comprar licor, lo ingirieron y producto de esta ingesta resultaron intoxicados. El balance es de siete personas fallecidas, tres en la unidad de cuidados intensivos y dos más en observación”, indicó el general Urrego.

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Las primeras hipótesis señalan que el producto contenía alcohol de madera, sustancia que al ser ingerida puede provocar el cierre de las vías respiratorias y la muerte.

Entre los fallecidos se encuentran Nicolás Manuel Medrano, Helmot Enrique Escolar, José Felipe Crespo Ortiz y Emiro Alberto Miranda. Además, hay una mujer y un hombre aún sin identificar que perdieron la vida en distintos puntos del centro de la ciudad.

La Policía Metropolitana activó controles especiales para evitar que más personas consuman este licor adulterado y pidió a la ciudadanía denunciar la venta ilegal. En lo corrido de 2025 se han capturado 14 personas en la ciudad por la distribución de estas bebidas ilegales.

La tragedia ha generado consternación entre los barranquilleros, mientras avanza la investigación para dar con los responsabl