El paseo familiar terminó en tragedia luego de que Julián León sufriera una fractura cervical y falleciera tras un paro cardiorrespiratorio.
Lo que sería un día de descanso y alegría para Julián León Murillo, un turista proveniente de Bucaramanga, se convirtió en una tragedia marcada por la desesperación y la impotencia.
El sábado 11 de octubre, con la ilusión de conocer el mar por primera vez, Julián viajó junto a su esposa e hijos a Buritaca, uno de los destinos más visitados de Santa Marta. Al llegar, prestadores de servicios turísticos les ofrecieron un recorrido en lancha por la playa, a un costo de $10.000 por persona, con la promesa de incluir un seguro.
Durante el regreso, Julián decidió lanzarse al agua desde la embarcación, sin imaginar que el impacto con el fondo arenoso le provocaría una fractura en la quinta vértebra cervical, dejándolo inmóvil y flotando en la superficie por varios segundos. Según el relato de su esposa, tragó abundante agua antes de ser auxiliado por un pescador que lo sacó del mar.
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A pesar de la gravedad de sus lesiones, la atención médica tardó cerca de dos horas en llegar. Finalmente, fue trasladado a la clínica Perfect Body Medical Center, donde los médicos diagnosticaron una lesión en la médula espinal. Sin embargo, el seguro contratado por el tour solo cubría hasta $500.000, por lo que tuvo que ser remitido a la clínica Avidanti.
“Allí el médico me dijo que ya se había pasado mucho tiempo”, relató su esposa, entre lágrimas. En ese centro asistencial, los galenos descubrieron además la presencia de agua en los pulmones, situación que agravó su estado de salud.
En las horas siguientes, el turista fue intubado en la Unidad de Cuidados Intensivos. A pesar de los esfuerzos médicos, Julián León Murillo falleció en la madrugada del jueves a causa de un paro cardiorrespiratorio.
El trágico caso ha despertado preocupación entre la comunidad turística, que cuestiona la falta de medidas de seguridad en los paseos ofrecidos a visitantes y las fallas en la respuesta de emergencia en zonas rurales de la región.
Autoridades locales y organismos de socorro evalúan la situación para determinar posibles responsabilidades en el manejo del incidente, mientras familiares y amigos del turista exigen justicia y mayor control sobre los operadores turísticos que trabajan en el balneario de Buritaca.