La muerte de Luisa Elena Fernández Romero, una trabajadora informal venezolana que luchaba por ganarse la vida vendiendo tintos y fritos en la Ciudadela del Dividivi, volvió a poner en evidencia el drama silencioso de quienes operan bajo la presión de bandas extorsivas. La mujer, conocida por todos como ‘La Negra’, falleció tras cuatro días en la UCI de la clínica Cedes.
Su caso ha estremecido a la comuna 10 de Riohacha, donde la víctima era reconocida por su carácter trabajador y su rutina diaria en la carrera 7H con calle 70. Según versiones preliminares, venía siendo extorsionada para pagar 100 mil pesos y, al no acceder, habría quedado su vida a disposición de los extorsionistas para ‘morir’, según relataron a los investigadores personas cercanas.
Atentado directo en plena vía pública
Los hechos ocurrieron en la tarde del martes 2 de diciembre, cuando Luisa Elena estaba sentada en su punto de venta con varios termos de café. Un hombre en moto se le acercó, le lanzó una advertencia escalofriante —“Sabes que hoy te vas a morir”— y de inmediato le disparó varias veces antes de huir en dirección desconocida.
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Vecinos del sector reaccionaron con rapidez y la trasladaron hasta urgencias de la clínica Cedes. Allí fue intervenida quirúrgicamente luego de recibir al menos seis impactos de bala, uno de ellos en el cuello, considerado por los médicos como el de mayor gravedad. Su pronóstico siempre fue reservado.
Dolor entre familiares y silencio institucional
La mañana del viernes 5 de diciembre, el llanto de sus familiares confirmó la noticia que nadie quería escuchar, su decesso que pese al esfuerzo del personal médico, la mujer no sobrevivió. Afuera del centro clínico, el ambiente era de rabia, impotencia y desconcierto.
Hasta ahora, las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso ni han definido sus móviles. Sin embargo, la primera línea de investigación apunta a un posible intento de extorsión. El círculo cercano de la víctima insiste en que las amenazas habían escalado en las últimas semanas.
Mientras avanza la investigación, la comunidad espera que sepa realmente que sucedió con ‘La Negra’ y acciones que frenen la presión criminal que enfrentan los vendedores informales de lacomuna 10 de Riohacha, quienes siguen trabajando entre el miedo y la necesidad de mantener a su familia.